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Ibarra Morales et al. Digitalización y Desarrollo Sostenible en las mypes del estado de Sonora.
Código JEL: M12 Gestión de personal
cesidades básicas y a los deseos de los individuos, evolucione desde unas
condiciones de vida que todos perciben como insatisfactorias hacia otra
situación en que las condiciones materiales y espirituales de vida sean me-
jores” (p. 994). En los últimos años, el tema del desarrollo sostenible y sus
prácticas ha sido muy importante, pero a su vez de muchas preocupaciones
sobre el medioambiente. Varios países, incluido México, están activos en
las negociaciones internacionales y en los encuentros que tienen relacio-
nados con el impacto ambiental. De acuerdo con Ortiz-Palafox (2019), la
crisis de los paradigmas, bajo una perspectiva de crecimiento y desarrollo,
no contempla la sustentabilidad; sin embargo, ésta atañe a lo económico,
lo ambiental, lo social, así como a otras áreas del conocimiento.
En términos más generales, el desarrollo sostenible aborda
tres áreas: económica, ambiental y social. La sostenibilidad empresarial
descansa en la cultura ecológica, la cual está interrelacionada con el de-
sarrollo sustentable, conciencia del ahorro de energía, la justicia social,
la equidad, la responsabilidad social corporativa y la ética; así como la
estandarización de criterios tecnológicos, la calidad de productos, el uso
de materias primas y hasta la aplicación de nuevos enfoques gerenciales,
tomando como punto de referencia el deterioro ambiental a consecuencia
del calentamiento global, situación que ha generado polémica en la esfe-
ra empresarial, pues hoy la empresa tiene la necesidad de asumir nuevos
modelos para sobrevivir en un mercado competitivo, dado que el proceso
de producción ocasiona alteraciones signicativas en el medioambiente
(Pourmorshed y Durst, 2022).
Actualmente, la empresa asume el desafío de generar riqueza,
ser más competitiva, crear nuevos empleos, contribuir al desarrollo social
del país, emplear tecnologías más limpias, generar menos residuos y tener
equilibrio con el entorno. Cabe señalar que esta posición no ha sido acep-
tada por muchos empresarios al generar un enfrentamiento y resistencia
al cambio; pero esta contraposición se ha superado en muchos países de-
sarrollados, incluso desde inicios del siglo pasado, al aceptar los nuevos
modelos de fabricación con el componente de la preservación ambiental.
Situación que coincide con el desarrollo sostenible, cuyo objetivo consiste
en usar los recursos que necesite la comunidad, pero dejando en mejor
condición estos recursos para futuras generaciones, al permitir un me-
joramiento sostenido y equitativo de la calidad de vida de sus habitantes,
asumiendo políticas pertinentes con la sustentabilidad planetaria (Váz-
quez-Jaramillo y Amaro-Rosales, 2022).
Lo mencionado con anterioridad tiene su sustento en los 17 Ob-
jetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, en su conjunto, establecen las
estrategias, prioridades y pretensiones que actúan como una guía común
para todos los países, tanto para aquellos que ostentan economías desarro-
lladas como emergentes. Éstos objetivos están relacionados con los retos
y desafíos más urgentes al incluir estrategias para erradicar la pobreza y el
hambre; mejorar la salud y la educación; reducir la desigualdad; estimular
el crecimiento económico; orientar la protección del planeta de la degra-