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Vol. 9, Núm. 1, ENEro-Abril 2025
Consecuencias económicas y sociales que enfrentan las
mujeres, por trabajar en la economía informal.
Economic and Social Consequences for Women Working
in Informal Economies in Autlan de Navarro, Jalisco
Mónica Araceli Reyes Rodríguez
María del Carmen Casillas Velázquez
Sandra Cobián Velasco
Recibido: 28/06/2024
Revisado: 08/10/2024
Aceptado: 28/10/2024
Revista RELAYN, Administración y Negocios en
Latinoamérica.
Disponible en:
https://iquatroeditores.org/revista/index.php/
relayn/index
https://doi.org/10.46990/relayn.2025.9.1.2075
Resumen
El objetivo de este estudio es determinar algunas
de las consecuencias económicas y sociales que
enfrentan las mujeres que trabajan en la economía
informal. La investigación se realizó mediante en-
trevistas y revisiones de literatura existente. Los
resultados revelan que las mujeres en la economía
informal afrontan desafíos signicativos, como la
falta de ingresos estables, el acceso limitado a la se-
guridad social, las dicultades para acceder a crédi-
tos y la inseguridad de tener una pensión, además de
afectar negativamente su calidad de vida y la de sus
familias. Es fundamental que se promueva la inclu-
sión de las mujeres en el sistema de seguridad social
para mejorar su bienestar y el de sus familias.
Palabras Clave
Economía informal, mujeres, seguridad social,
pensiones
Abstract
e aim of this research is to determine some eco-
nomic and social consequences faced by women
working in informal economies in Autaln de Na-
varro, Jalisco. is research was conducted throu-
gh interviews and a review of existing literature.
Results reveal that women in informal economies
face signicant challenges, such as a lack of stable
income, access to social security, diculty obtai-
ning loans and the uncertainty regarding retire-
ment benets as well as adversely impacting their
living standards and those of their families. Ensu-
ring women’s access to social security is essential
for improving their well-being and that of their
families.
Keywords
informal economies, women, national healthcare
service providers, pensions
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REVISTA RELAYN, 2024, 9 (1), Enero-Abril, ISSN: 2594-1674
Introducción
La economía informal representa un fenómeno signicativo en el contexto
laboral, especialmente para las mujeres, quienes a menudo se ven obli-
gadas a participar en este sector debido a la falta de oportunidades en el
mercado formal. La justicación de este estudio radica en la necesidad
de comprender las consecuencias económicas y sociales que enfrentan las
mujeres que trabajan en la economía informal. Según la Comisión Eco-
nómica para América Latina y el Caribe (Cepal, 2023a), las mujeres en-
frentan mayores obstáculos para acceder al mercado laboral, lo que las
lleva a aceptar trabajos en la informalidad, donde carecen de derechos
laborales y acceso a servicios de seguridad social. Esta situación no sólo
afecta su bienestar inmediato, sino también tiene repercusiones a largo
plazo en su seguridad económica y la de sus familias. A pesar de la cre-
ciente atención que se ha prestado a la economía informal en las últimas
décadas, aún existen vacíos en la investigación que tratan especícamente
las experiencias de las mujeres en este sector. Se requiere una comprensión
más profunda de sus vivencias emocionales. Este estudio se propone in-
vestigar las consecuencias económicas y sociales que enfrentan las mujeres
que trabajan en la economía informal en Autlán de Navarro, Jalisco, por
medio de un enfoque cualitativo que incluye entrevistas y revisiones de
literatura existente; además busca en primer lugar identicar los desafíos
económicos que enfrentan estas mujeres y, en segundo lugar, explorar las
implicaciones sociales de su trabajo en la informalidad, con lo que se es-
pera contribuir a la discusión sobre la necesidad de políticas públicas que
promuevan la inclusión de la mujeres en sistemas de seguridad social.
Revisión de la literatura
La economía informal es un fenómeno que afecta a millones de personas en
todo el mundo, y su impacto es especialmente signicativo en las mujeres.
Según la Organización Internacional del trabajo (OIT, 2018), la economía
informal emplea al 60% de la población activa mundial. En México, repre-
senta el 28.3% de ésta. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU)
(2024), la economía informal se reere a actividades económicas que no
están reguladas por el gobierno y no están protegidas por las leyes laborales
y de seguridad social, pues carecen de protecciones laborales y benecios
sociales, como pensiones. La falta de estas protecciones tiene repercusiones
a largo plazo. Las mujeres tienen una representación desproporcionada en
el sector informal, ya sea como vendedoras ambulantes, empleadas domés-
ticas, trabajadoras agrícolas, lo que las coloca en una situación de vulnera-
bilidad debido a la falta de acceso a derechos laborales y protección social.
El empleo informal es la actividad laboral que realizan aquellas
personas que no cumplen con la obligación tributaria que la ley establece,
y que por tal motivo perciben sus ingresos sin la afectación por el cum-
plimiento tributario; por lo tanto, esta acción la realizan trabajadores in-
dependientes (Carretero et al., 2017). A las mujeres que tienen un empleo
informal no sólo les afecta en su bienestar inmediato, sino que también
tiene repercusiones a largo plazo en su seguridad económica y la de sus
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familias, por la falta de acceso a servicios de salud y a sistemas de guar-
derías, lo que agrava aún más su situación, creando un ciclo de pobreza y
exclusión (Cepal, 2023a). Esto ha llevado a un interés por investigar sobre
las experiencias de las mujeres en este sector.
Para Flores (Flores y Argáez, 2020), la prevalencia de condicio-
nes de pobreza, género y posición laboral, son factores que inuyen para
decidir si se participa en el sector informal. Desafortunadamente, suele ser
común que quienes laboran en la informalidad viven en condiciones de
marginación y precariedad.
Las mujeres que trabajan en la economía informal pueden te-
ner dicultades para acceder a servicios nancieros y créditos formales,
debido a la falta de comprobante de ingresos que piden las instituciones
nancieras, por lo que muchas mujeres recurren a medios informales que
pueden poner en riesgo su patrimonio, además de que no tienen acceso a
la seguridad social ni a la promesa de una pensión cuando llegue el tiempo
de jubilarse (Lopéz, 2022).
México ¿cómo vamos? en su primer trimestre de 2021 señala
que para poder cumplir con sus roles familiares muchas mujeres se em-
plean en trabajos informales, pero esto las coloca en posiciones de vulne-
rabilidad por no tener acceso a la seguridad social en caso de enfermar y
sin un sistema de guarderías. La informalidad laboral es un desafío im-
portante, ya que la mayoría no cotiza al sistema de pensiones; existe una
brecha de género, pues de las mujeres entre 18 y 64 años sólo el 24% lo
hacen, versus el 35% de los hombres (Ripani et al., 2023, p. 4).
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Or-
ganización de las Naciones Unidas (ONU Mujeres, 2016), en los artículos
del 22 al 25, establece que todo individuo tiene el derecho a contar con se-
guridad social, al trabajo y a la remuneración equitativa, al descanso, a las
vacaciones, a la vivienda, a la asistencia médica, entre otros importantes
aspectos. Lo anterior señala los derechos por los que se debe velar para que
las personas desempeñen un trabajo personal remunerado.
Según la recomendación 202 de 2012 de la Organización Inter-
nacional del Trabajo (OIT, 2018) relativa a los pisos de protección social:
“constituyen conjuntos de garantías básicas de seguridad social denidos a
nivel nacional que aseguran una protección destinada a prevenir o aliviar
la pobreza, la vulnerabilidad y la exclusión social”. Por lo anterior, México
debe vigilar el cumplimiento del goce de los derechos de las personas.
Para Kurczyn (2001), “los derechos de las mujeres trabajadoras
son las normas jurídicas enfocadas en la protección de su salud, educación,
dignidad y desarrollo, así como la protección de la maternidad en relación
con la mujer misma y el producto del mismo” (p. 3). Cabe mencionar que
habla de mujeres trabajadoras, sin hacer diferencia entre si laboran en la
informalidad o de manera formal.
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Arenas y Robles (2024) señalan que "en los sistemas contribu-
tivos, los aportes y las contribuciones salariales realizadas a lo largo de la
vida laboral constituyen la base del derecho a una prestación y su fuente
de nanciamiento, que en algunos casos incluye también aportes estatales"
(p. 51). Este es precisamente el problema que enfrentan las mujeres traba-
jadoras en la informalidad, no sólo en el municipio de Autlán de Navarro,
sino en todo el país. Al no estar registradas en el Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS), ni ellas ni sus empleadores realizan las contribucio-
nes necesarias. Esto implica que cuando llegue el momento y al no cumplir
con los requisitos establecidos en la legislación no podrán acceder a una
pensión que les brinde seguridad en la vejez.
La revisión de la literatura muestra que, aunque se ha avanzado
en la comprensión de la economía informal y su impacto en las mujeres,
aún hay mucho por investigar.
Metodología
Hipótesis
Las mujeres de Autlán de Navarro, Jalisco, que trabajan en la economía
informal enfrentan consecuencias económicas y sociales negativas, mani-
festadas en la falta de seguridad social, preocupaciones nancieras cons-
tantes y una proyección de pensión incierta.
Objetivo general
Determinar algunas consecuencias económicas y sociales de las mujeres
del municipio de Autlán de Navarro, Jalisco, por trabajar en la economía
informal.
Objetivos especícos
• Identicar las razones por las cuales las mujeres del muni-
cipio de Autlán de Navarro, Jalisco, optan por trabajar en la
economía informal.
• Conocer el impacto de la falta de seguridad social en sus
condiciones de vida y bienestar.
• Analizar las preocupaciones nancieras de estas mujeres y
cómo manejan sus nanzas personales.
• Determinar las expectativas y la realidad sobre su pensión y
seguridad económica a largo plazo.
Se planea llevar a cabo una investigación sobre las mujeres en
el municipio de Autlán de Navarro, Jalisco, que trabajan en la informali-
dad. Para ello, se solicitó información al Ayuntamiento de dicho munici-
pio por medio de la Plataforma Nacional de Transparencia, formulando
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cuatro preguntas: 1) ¿Cuántas personas están autorizadas para realizar
actividades comerciales por la dependencia municipal (que trabajan en
la informalidad)? 2) Del total de autorizaciones, ¿cuántas corresponden a
mujeres? 3) ¿Cuál es el promedio semanal de personas a las que se les co-
bra por ocupar espacio público para actividades comerciales no formales
en la ciudad de Autlán? 4) De esas personas que pagan por ocupar espacio,
¿cuántas son mujeres y cuántos hombres?
Como respuesta, se obtuvo que en promedio 84 mujeres pagan
permisos para trabajar en la informalidad. Se decidió entrevistar a mujeres
que son emprendedoras; es decir, dueñas de negocios, así como a mujeres
que trabajan para otra persona; en ambos casos desde la informalidad.
Cabe señalar que las entrevistadas realizadas para este trabajo
no corresponden a las 84 mujeres que pagan piso (según la respuesta del
Ayuntamiento de Autlán de Navarro), ya que no tienen un domicilio scal
establecido y la mayoría son ambulantes. Por ello, se optó por caminar
por las calles de la ciudad en el centro histórico y la alameda municipal,
y donde había puestos ambulantes de mujeres (comida, dulces, artículos
diversos) se aplicó el instrumento, por lo que la muestra resultó notable-
mente mayor.
Para Arias y Giraldo (2011), “la saturación en la investigación
cualitativa va más allá del punto en el cual la información se hace reite-
rativa y no agrega nada nuevo a la información ya obtenida” (s. p.). De lo
anterior, se concluye que se entrevistó a más mujeres de lo que podría ser
necesario, (según el párrafo anterior), ya que se quería conocer la situa-
ción de emprendedoras como trabajadoras en la informalidad.
Según Hernández y Mendoza (2018), “la investigación cualita-
tiva se enfoca en comprender los fenómenos, explorándolos desde la pers-
pectiva de los participantes en un ambiente natural y en relación con su
contexto” (p. 390). También reeren que “en los estudios cualitativos, el
tamaño de muestra no es importante desde una perspectiva probabilística,
pues el interés del investigador no es generalizar los resultados de su estu-
dio a una población más amplia” (p. 424).
Guerrero (2016) explica que la entrevista es la “técnica en la que
una persona (entrevistador) solicita información a otra (entrevistado) so-
bre un problema determinado, presupone entonces la existencia al menos
de dos personas y la posibilidad de interacción verbal” (p. 7). Se desarrolló
una entrevista de 18 preguntas con opciones, incluso algunas en que pue-
den dar varias respuestas, según lo consideren, abordan temas de salud
ante la falta de un trabajo formal, de la imposibilidad de una pensión, ade-
más de las consecuencias sociales y económicas que padecen.
Para Forni y De Grande (2020), la triangulación de investiga-
dores tiene que ver con la conformación de equipos de investigación que
permitan superar los sesgos que le daría un investigador solitario a un
determinado proyecto” (s. p.). Por lo anterior, las entrevistas las realizaron
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personas diferentes, que se desplazaron a diversos lugares de la ciudad,
sobre todo en puestos de comida en las calles cerca del centro histórico y
la alameda municipal.
Resultados
A continuación, se presentan los resultados de la investigación sobre el
trabajo informal de las mujeres y sus repercusiones ante la falta de segu-
ridad social.
Población segmentada por edad
Los resultados muestran que el 43.1% de mujeres, cuyas edades oscilan
entre los 18 y 25 años, participan en el trabajo informal; asimismo las mu-
jeres de 26 a 35 años que representan el 25% reeren que por la edad que
tienen podrían estar terminando una carrera profesional o formando una
familia. Respecto a las mujeres con edades de 36 a 45 años, que representa
el 19.4% de la población, señalan que podrían haber estado por un perio-
do largo en el trabajo informal. Para las mujeres de 45 años en adelante,
que representan el 12.5% con el menor porcentaje, podrían experimentar
las consecuencias de no haber tenido seguridad social.
Según el estado civil
El 53.8% son solteras, lo que se signica que este segmento podría estar
más expuesto a los riesgos de trabajo informal sin estar protegidas con
seguridad social; el 21.4% son mujeres casadas, por lo que la falta de segu-
ridad social puede impedir el que planiquen a largo plazo con respecto
a la salud y el bienestar nanciero de sus familias; el 13.1% de las mujeres
viven en unión libre, lo que representa vulnerabilidad como las solteras
respecto a la seguridad social; el 9% son mujeres divorciadas, por lo que
el no tener seguridad social podría ser un problema por no tener bene-
cios por parte del cónyuge y podrían experimentar dicultades económi-
cas adicionales. Finalmente, el 2.7% lo representan las mujeres viudas que,
aunque es el porcentaje más pequeño, también podrían ser vulnerables a
la falta de seguridad social por no tener cónyuge, ya que enfrentarían la
vida solas, por tal motivo la atención médica y estabilidad nanciera les
tendría que preocupar.
Sobre el tema de si tienen hijos
El 53.5% sí tienen, lo que indica que enfrentan desafíos adicionales, lo que
es más preocupante por no contar con seguridad social. Con respecto a
aquellas mujeres que no tienen hijos (46.5%), esto podría indicar que esta-
rían trabajando en la informalidad por necesidades económicas o falta de
oportunidades en el mercado laboral formal.
Respecto al nivel de estudios
El 41% tienen bachillerato, lo que les permitiría acceder a cierto tipo de
empleos en la economía informal, pero que posiblemente no sea su-
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ciente para garantizar condiciones laborales estables en empresas que les
garanticen benecios, como seguridad social; el 27.1% de las entrevistadas
tienen estudios de licenciatura, cabe señalar que en este municipio hay un
Centro Universitario dependiente de la Universidad de Guadalajara que
ofrece 16 carreras universitarias; sin embargo, como se ha dicho antes, en
Autlán de Navarro, no hay empresas sucientes en que las mujeres se pue-
dan desarrollar profesionalmente. De las mujeres entrevistadas, el 22.9%
tienen secundaria o nivel técnico y un 7.6% sólo educación primaria; des-
afortunadamente, esto las limita en oportunidades de trabajo, no sólo en
Autlán, sino en otros lugares. Al contrario de lo anterior, el 1.4% tienen
estudios de posgrado, estas mujeres pueden enfrentar una desconexión
signicativa entre su nivel educativo avanzado y la falta de oportunidades
laborales que las llevan a estar en la economía informal, con ello la no va-
loración de sus capacidades profesionales.
Al cuestionar a las mujeres entrevistadas sobre si eran empren-
dedoras o empleadas, se encontró que más de la mitad de las mujeres en-
cuestadas son empleadas (55%), y el 45% son dueñas de los negocios, esto
muestra un nivel signicativo de emprendedurismo que puede represen-
tar autonomía económica y empoderamiento, pero también falta de acce-
so a seguridad social y oportunidades crediticias.
Respecto a si están inscritas en algún sistema de seguridad social
El 74% no lo están, por lo que en caso de accidentes laborales o enferme-
dad de ella o de sus beneciarios tienen que recurrir a médicos particu-
lares; además no tienen acceso a la posibilidad de una pensión, llegado el
momento; un 25.4% reeren sí estar inscritas en un sistema de seguridad
social; sin embargo, la mayoría como beneciarias ya sea por su esposo o
hijos, solamente cubriendo atención a la salud.
Las respuestas de las entrevistadas al cuestionarlas respecto a
por qué trabajan en la informalidad, el 39.9% respondieron que eligen la
economía informal debido a las pocas opciones de empleo formal en el
mercado laboral local, situación que puede ser un factor determinante
que, aunque inseguro, les brindan una fuente de ingresos; el 33.6% indican
que la rigidez de los horarios en el empleo formal afecta negativamente su
capacidad para atender a sus familias. En la informalidad, la exibilidad
en el horario puede ser vista como una ventaja signicativa para equilibrar
las responsabilidades familiares con el trabajo; el 21.7% expresaron su de-
seo por emprender un negocio, pero desafortunadamente no lo constitu-
yen formalmente, lo que lleva a que en caso de ser empleadoras también
no den seguridad laboral a sus colaboradores.
Una respuesta signicativa es que el 25.2% mencionan que su
familia ha trabajado en la economía informal, lo que sugiere una inuen-
cia generacional en la elección de esta forma de empleo; además el 23.8%
preeren la autonomía y la ausencia de un jefe directo como razón para
trabajar en la informalidad.
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Las mujeres del municipio de Autlán de Navarro que trabajan
en la economía informal maniestan lo siguiente, el 38.7% tienen pro-
blemas de dinero para pagar atención médica y medicinas; esta es una
preocupación signicativa, ya que no tienen acceso a servicios de salud
adecuados y la incapacidad para cubrir gastos médicos puede afectar ne-
gativamente su bienestar físico y el de sus familias; el 42.3% dicen que no
tienen el dinero suciente para comer, vestir y esparcimiento, esto reeja
la precariedad económica que enfrentan muchas mujeres en esta situación
laboral; el 28.2% mencionan que no pueden satisfacer adecuadamente las
necesidades de comer, vestir y dar esparcimiento a sus dependientes eco-
nómicos, lo que subraya las dicultades adicionales que enfrentan para
mantener a sus familias. Un porcentaje menor menciona sentirse desva-
lorizada como mujer o madre debido a su situación laboral, incluyendo la
inseguridad y la violencia mientras trabajan en la calle, pero la mayoría
(58.5%) está preocupada por no tener una pensión o seguridad nanciera
cuando llegue a la vejez.
Sobre los sentimientos negativos generados, el 43.1% de las mu-
jeres dicen que están cansadas, sienten agotamiento físico o mental signi-
cativo debido a las condiciones de trabajo; cabe señalar que un 40.3% no
experimentan sentimientos negativos, lo que podría indicar que a pesar de
las dicultades encuentran aspectos positivos o manejables en su situación
laboral, pero el 25.7% tienen frustración, posiblemente debido a la falta de
estabilidad, oportunidades de crecimiento o reconocimiento en su trabajo
informal, y el 20.1% de las mujeres sienten inseguridad, lo que puede estar
relacionado con la falta de protección social y laboral; un 14.6% experi-
mentan enojo, lo que puede deberse a la impotencia frente a las condicio-
nes laborales o la falta de apoyo institucional, y un 13.2% sienten miedo,
posiblemente relacionado con la falta de seguridad en su entorno laboral o
temores sobre la sostenibilidad de su empleo; el 6.3% sienten vergüenza, lo
que podría estar vinculado al estigma asociado con la economía informal;
el 5.6% se preocupan de que la mercancía se las quite la delincuencia, sien-
do uno de los riesgos de trabajar en entornos inseguros. Aunque menos
común, un 4.2% sienten tristeza posiblemente reejando la desilusión con
su situación laboral. Una minoría del 1.4% se preocupa de que la mercan-
cía se la pueda quitar la autoridad.
En cuanto a los sentimientos positivos generados por trabajar
en la economía informal, el 53.1% dicen que sienten una autosuciencia,
les proporciona una sensación de independencia y capacidad para valerse
por sí mismas; el 35% se sienten satisfechas por tener un logro personal;
el 27.3% experimentan gratitud debido a que este tipo de trabajo les brin-
da oportunidades de hacer otras cosas, y el 25.2% sienten ilusión, lo que
puede indicar esperanza y expectativa positiva hacia su trabajo; el 23.1%
sienten alegría, lo que muestra que encuentran aspectos positivos en su la-
bor; el 22.4% sienten orgullo, lo que puede estar relacionado con el sentido
de logro y la capacidad de contribuir económicamente a sus familias; el
15.4% sienten seguridad económica, lo que sugiere que a pesar de la infor-
malidad y bajos ingresos encuentran una estabilidad nanciera; un 14.7%
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reportan sentir bienestar, lo que podría reejar una sensación de felicidad
de su trabajo, y el 13.3% dejan claro que se sienten felices trabajando en la
economía informal.
Se les hizo la pregunta sobre el ingreso económico semanal
obtenido en el trabajo informal y la mayoría de las mujeres encuestadas
(60.7%) considera que el ingreso económico que obtienen semanalmente
en el trabajo informal es suciente, por lo que logran cubrir sus necesida-
des básicas con lo que generan, lo que puede contribuir a su sensación de
autosuciencia y satisfacción, como se reejó en las respuestas anteriores
sobre sentimientos positivos; sin embargo, un 37.9% consideran que sus
ingresos son insucientes, por lo que enfrentan dicultades para cubrir
sus necesidades básicas, relacionándose con los sentimientos negativos
como la frustración, la inseguridad y el cansancio mencionados anterior-
mente. Un porcentaje pequeño (1.4%) siente que sus ingresos exceden sus
expectativas, es decir que el trabajo informal les proporciona más de lo
que esperaban, lo que se relaciona con los sentimientos de satisfacción,
gratitud y felicidad.
Discusión
Los resultados de esta investigación sobre las mujeres en la economía in-
formal en Autlán de Navarro, Jalisco, revelan que la falta de acceso a la
seguridad social y la inestabilidad nanciera son problemas críticos que
enfrentan estas trabajadoras. Según la Organización Internacional del
Trabajo (2018), las mujeres representan una proporción signicativa de la
fuerza laboral en la economía informal, lo que las coloca en situaciones de
vulnerabilidad económica y social. Este hallazgo es consistente con la lite-
ratura existente que destaca cómo la informalidad laboral limita el acceso
a benecios sociales y protección laboral (Chen, 2012).
Además, se observó que muchas mujeres en la economía infor-
mal enfrentan dicultades para acceder a servicios nancieros formales
por la falta de comprobantes de ingresos y la inestabilidad laboral, que
son barreras que impiden a las mujeres acceder a créditos y servicios
bancarios. Por otro lado, es importante reconocer que algunas mujeres
reportaron experiencias positivas asociadas a su trabajo en la economía
informal, como la autonomía y la exibilidad laboral. Este hallazgo sugiere
que, aunque el trabajo informal presenta limitaciones también puede ofre-
cer oportunidades de empoderamiento. Las limitaciones de este estudio
incluyen el tamaño reducido de la muestra y la falta de diversidad en las
experiencias de las participantes, lo que podría limitar la generalización
de los resultados. Sin embargo, estos resultados pueden servir como base
para futuras investigaciones que exploren más a fondo las experiencias de
las mujeres en la economía informal y la efectividad de las políticas imple-
mentadas para mejorar su situación.
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Conclusiones
Este estudio ha explorado las consecuencias económicas y sociales que
enfrentan las mujeres que trabajan en la economía informal en Autlán de
Navarro, Jalisco. Los hallazgos indican que una de las principales causas
por las que trabajan en la economía informal es por la falta de empresas
que les otorguen todas las prestaciones laborales y de seguridad social,
por lo que se encuentran en una situación de vulnerabilidad signicativa,
caracterizada además por la inestabilidad nanciera y la dicultad para
acceder a servicios nancieros formales. La investigación revela que un
alto porcentaje de estas trabajadoras carece de ingresos estables y enfrenta
preocupaciones sobre su futuro económico, especialmente en lo que res-
pecta a la posibilidad de obtener una pensión.
Uno de los principales descubrimientos es que a pesar de las
adversidades algunas mujeres experimentan un sentido de autonomía y
satisfacción en su trabajo informal. Sin embargo, esta percepción positiva
no compensa las serias limitaciones que enfrentan, como la incapacidad
para cubrir gastos médicos y la falta de protección social.
Cabe señalar aquí la necesidad de políticas que aborden las des-
igualdades de género en el mercado laboral informal y, por lo tanto, se
promueva la inclusión de las mujeres a la seguridad social.
Por otra parte, la falta de seguridad social tiene efectos signica-
tivos en lo que respecta a las mujeres que están en el trabajo informal, pues
su estado civil inuye mucho, por lo que es necesario medidas políticas
que promuevan la equidad económica y social.
En lo que respecta a las mujeres que trabajan en la economía
informal que tienen hijos, se evidencia la importancia de implementar
políticas y programas que favorezcan a este sector para tener seguridad
económica y social.
Las limitaciones de este estudio incluyen el tamaño reducido de
la muestra y la falta de diversidad en las experiencias de las participantes,
lo que puede restringir la generalización de los hallazgos. Además, la in-
vestigación se centró en un contexto geográco especíco, lo que podría
no reejar la realidad de todas las mujeres en la economía informal en
México. Futuros estudios podrían beneciarse de un enfoque más amplio
y de la inclusión de diversas perspectivas para obtener una comprensión
más completa de la situación de las trabajadoras informales.
Es fundamental reconocer y abordar las múltiples dimensiones
de la informalidad laboral que afectan a las mujeres. La implementación
de políticas que no sólo proporcionen protección social, sino que también
reconozcan y valoren las contribuciones de las trabajadoras informales, es
esencial para mejorar su calidad de vida y promover la equidad de género
en el ámbito laboral.
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economía informal.
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Las consecuencias de trabajar en la economía informal para las
mujeres son profundas, afectando no sólo su bienestar inmediato, sino
también su seguridad a largo plazo y la de sus familias.
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Sobre los autores
Profesora investigadora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas
y Agropecuarias/Universidad de Guadalajara, México. ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-0676-2730
Profesora investigadora del Centro Universitario de la Costa Sur/Univer-
sidad de Guadalajara, México. ORCID: https://orcid.org/0009-
0002-5753-580X
Profesora investigadora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas
y Agropecuarias/Universidad de Guadalajara, México. ORCID:
https://orcid.org/0000-0001-5302-4629
