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REVISTA RELAYN, 2024, 9 (1), Enero-Abril, ISSN: 2594-1674
Introducción
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fueron adoptados por las
Naciones Unidas (NU) en 2015 como un llamamiento universal para po-
ner n a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas
las personas disfruten de paz y prosperidad (PNUD, s/f). Estos buscan un
cambio de paradigma para lograr un desarrollo sostenible que integre las
dimensiones económica, social y medioambiental, centrado en las perso-
nas y el planeta. Partiendo de este planteamiento, el presente artículo se
centra en las mujeres y en las dimensiones social y económica que tienen
que ver con la disminución de la pobreza y desigualdad entre géneros en el
mercado laboral informal, temas que se plasman en los ODS 1 y 5 (PNU-
MA, s/f). De ahí que temas como pobreza, emprendimiento femenino y
desigualdad de género fueron los ejes que guiaron la presente investiga-
ción. Se retomó la Economía Feminista (EF) ya que critica la perspectiva
neutra y economicista en el análisis del trabajo femenino, que de acuerdo
con Brunet y Santamaría (2016) esta perspectiva deja al margen los ejes de
diferenciación y de desigualdad social entre mujeres como entre hombres
y otras categorías como clase, etnia, edad, sexualidad, etcétera.
La EF se caracteriza por poner en el centro del análisis la sos-
tenibilidad de la vida, descentrando los mercados (Esquivel, 2016). Se
centra en reconocer, analizar y proponer cómo modicar la desigualdad
de género, según Rodríguez (2015), contribuye al estudio de la participa-
ción económica de las mujeres, revela mecanismos de discriminación en
el mercado laboral, brechas de género en los ingresos laborales, procesos
de segregación horizontal (por rama de actividad) y vertical (por jerarquía
de ocupaciones), de concentración en espacios de precariedad laboral y
desprotección social.
Lo anterior permite dar cuenta de la importancia del trabajo y gene-
ración de ingresos por parte de las mujeres en el sostenimiento de las familias,
las dicultades a las que se enfrentan y la desigualdad por género (Velázquez et
al., 2023; Tuour et al., 2022; Pérez et al., 2022; Salas y Baca, 2015).
Por ello, el emprendimiento femenino es una estrategia social y
económica para disminuir la pobreza de muchas mujeres, en especial de
escasos recursos en diferentes regiones del mundo. México no escapa a
este problema, en Texcoco, Estado de México, un porcentaje de mujeres se
insertan en el comercio informal en busca de recursos económicos para
superar la pobreza, principalmente emprendimientos relacionados con la
preparación y venta de alimentos, en el 2023, según datos de la Secretaría
de Economía (SE) (2024) mientras que los hombres representaron 1.62%
en este rubro el porcentaje de mujeres fue de 2.73% y entre vendedores
ambulantes de artículos diversos, el porcentaje de hombres fue de 1.78%
en comparación con 2.73% de mujeres, además considerar que la referen-
cia femenina como jefa de hogar es de 32.00%.
El análisis de estos datos sin otra variable puede interpretarse
poco relevante, sin embargo al incorporar variables socioeconómicas y