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REVISTA RELAYN, 2022, 6(3), Septiembre-Diciembre, ISSN: 2594-1674
also identied that women have little availability to banking services due
to their role in society, since as caregivers, they tend to prioritize personal
aspects.
Keywords
Financial culture, nancial education, MSMEs, gender dierentiations
Introducción
Antecedentes
La cultura nanciera es un factor que incide en el desarrollo económico de
los países, de ahí su importancia, ya que permite ejercer una toma de deci-
siones adecuadas que contribuyen a mejorar la calidad de vida de quienes
las saben manejar de forma eciente, al mismo tiempo, la incidencia de
la educación nanciera que fortalece el desarrollo de habilidades para el
manejo del dinero puede impactar en el desarrollo de las micro, pequeñas
y medianas empresas (mipymes). De acuerdo con el Banco Internacional
de Reconstrucción y Fomento (BIRF, 2010), en la mayoría de los países
de América Latina, incluyendo México, las empresas a cargo de mujeres
pertenecen al sector comercial, esto se debe a que, para echar a andar un
negocio de este tipo, se requieren bajos niveles de capital, menos capa-
citación especializada y bajos niveles de educación, son más exibles en
términos de ubicación y horarios de funcionamiento, lo que constituye un
ámbito de desempeño aceptable para la mujer de acuerdo con sus activi-
dades sociales (López & Hong, 2010).
La evidencia internacional muestra que existe un sesgo hacia
los hombres en el acceso a los servicios nancieros cuando se diferencia
por género. Los últimos datos del Global Financial Inclusion Database, re-
cogidos por el Banco Mundial (2017) en 144 países alrededor del mundo,
indican que las mujeres son menos propensas que los hombres a tener una
cuenta bancaria, ahorrar o pedir prestado (Arbulú & Heras, 2019).
A nivel internacional y nacional, las micro y pequeñas empresas
(mypes) se han convertido en un factor primordial en el ámbito económi-
co; en México, representan 99.8% de las empresas y 72.3% de las fuentes de
empleo, convirtiéndolas en un factor primordial para la economía del país
(Hernández, 2016). En cuanto a la población total económicamente activa
ocupada, se encuentra que 38.21% es mujer y 61.78% hombre (Inegi, 2016,
citado en Herrero et al., 2016); estos valores muestran una participación
inferior del género femenino. Según datos del Centro de Desarrollo de la
Competitividad Empresarial (2015), en México, 75% de las mypes del país
fracasa y debe cerrar sus negocios sólo 2 años después de haber iniciado
sus actividades.
Justicación
A raíz de los últimos cambios culturales y la creciente participación de
la mujer en el mercado laboral en los diferentes sectores, tanto comer-
cial, de servicios y manufactura, su aporte al desarrollo económico cada